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Arquitectos: Luz de Piedra Arquitectos
- Área: 240 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Sergio Pucci
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto se ubica en una planicie boscosa entre el mar y un río, de vida silvestre muy rica y biodiversidad única del mundo; es una casa abierta, liviana e integrada con el paisaje circundante, diseñada para vacaciones aventureras en contacto cercano con la vida salvaje de Península de Osa, Costa Rica.
La casa se construyó buscando reducir su huella, e integrar la construcción al paisaje circundante; no se cortaron árboles existentes, y se utilizó estructura de Guadua, un material orgánico, que deja a la vista la forma e imperfección de un crecimiento vegetal, muy atractivo cuando se habita; es una estructura sismo resistente que viste el espacio y lo hace particular. Se utilizó cimentación puntual que eleva el piso habitable del terreno a más de un metro, esto para aislarla de la humedad y corrientes de lluvia; se gana mucha amplitud visual gracias a esto.
Espacialmente, son dos volúmenes de dos pisos, comunicados por un corredor central conectado al paisaje a todo lo largo de la vivienda, en el primer piso, los espacios comunes están totalmente abiertos, protegidos por extensos aleros y aislados de la radiación solar por un techo jardín; que además, es un elemento escénico en el segundo piso para el paseo del corredor exterior.
La Guadua utilizada es nacional, se considera un material amigable con el ambiente; se le da un tratamiento químico para su preservación en ambientes controlados. Su trabajo es en forma artesanal; gracias al proyecto, se capacitó a trabajadores de la zona. El sistema estructural, es independiente de los cerramientos, los cuales se construyeron con sistemas livianos de paredes, y módulos de petatillo de teca de reforestación o cedazo, la sombra generada por estos elementos, nutre el espacio de diversos tamicen que enriquecen la simpleza de los espacios interiores.
Se incorporó al proyecto un diseño de jardín que incluye más de 30 especies de plantas nativas de la zona, para incrementar la cantidad de flores y fauna asociada a ellas (insectos, aves, murciélagos, etc.), árboles grandes para generar sombra, y plantas fitodepuradoras en el sistema de aguas servidas. La casa se encuentra aislada de la red eléctrica, por lo que se implementaron sistemas fotovoltaicos para la generación de energía tanto para la casa, como para la piscina, se usaron calentadores de agua solares, y no se requiere del uso de aire acondicionado gracias a la sombra de techos generosos y la ventilación cruzada en todos los recintos, aprovechando la brisa marina.
En cuanto a los colores, se escogió verde para la cubierta, con la intención de camuflarse con en el follaje boscoso, azul pizarra para el piso y blanco para dejar lucir la tonalidad múltiple de la Guadua. Se incorporan acentos de alegría y tropicalidad en algunas paredes, basados en un estudio de color de casas populares de la zona: calipso, papaya y verde limón. Los muebles son diseños de líneas simples, de madera de manufactura nacional, la decoración se logra con cojines coloridos y cuadros de pintores costarricenses.